En México, la Ley Federal del Trabajo establece que los trabajadores tienen derecho a un descanso para comer de al menos 30 minutos durante su jornada laboral. Este tiempo no se considera parte de la jornada laboral efectiva y, por lo tanto, no es remunerado. Sin embargo, existen excepciones en situaciones específicas y en ciertos sectores donde las necesidades operativas lo requieran.